Manipulación y Control

TEXTO DE LA HISTORIA

Wanda llevaba ya unos tres años trabajando como criada o sirvienta en la casa de los González, era un buen lugar para trabajar en general, la trataban bien, era una buena paga y la verdad el trato de sus patrones hacía ella era adecuado, no había nada de que quejarse en toda su instancia allí, pero Wanda no se sentía completa del todo, toda su vida giraba en torno al trabajo y quería más, ella sabía; o al menos eso pensaba, que estaba destinada para algo más, algo grande.

Wanda tenía tan solo veinte años y aunque ya era una mujer hecha y derecha sentía algo de envidia por la hija de sus patrones, Eliza. Y aunque ella tan solo tenía dieciséis años la verdad es que a Wanda le gustaba su vida, era simple ya que estaba en la preparatoria pero a su vez llena de todos los lujos que sus padres les daba. Eliza había nacido en cuna de oro y aunque no lo demostraba por su noble, introvertida y humilde personalidad de cierta manera Wanda odiaba ese de ella, ya que para ella Eliza tenia todo para triunfar en la vida y ser una gran mujer pero no estaba aprovechando todas las ventajas que tenía. A su vez Wanda sentía que si estuvieran en lugares diferentes esto no sería así…

Los celos de Wanda con el paso del tiempo crecieron poco a poco, sutilmente Wanda usando los tiempos libres que se quedaba sola en la casa se adentraba en el cuarto de Eliza, fingía ser ella e incluso con el tiempo comenzó a usar su ropa a escondidas fingiendo ser ella y excitándose siendo Eliza. Incluso llego a robar uno o dos pares de tangas usadas por ella que tenia escondidas en una gaveta en su recamara.

La sirvienta de la casa González llego a tal punto en su obsesión que deseaba de todo corazón apropiarse de Eliza, de su cuerpo, de todo su ser para usarlo a su antojo.

En su desesperación tomo medidas poco convencionales y siguiendo un método de hipnosis que vio en una pagina en internet aprovechando un día cuando estuvo sola con Eliza le comento sobre un juego que había visto en redes sociales y que por pura curiosidad Eliza se intereso en probar. Wanda comenzó a darle todas los pasos y a ejecutar cada paso al pie de la letra. En cosa de pocos minutos Eliza estaba hipnotizada completamente, de pies a cabeza. Y aprovechando este estado Wanda la sumió en un estado de trance durante horas hipnotizando y manipulando su mente.

Ese día Wanda doblego la voluntad de Eliza y construyo sobre ella toda una serie de normas y guías que Eliza absorbió como una esponja, en otras palabras rompió su conciencia y se adueño de ella haciéndola una esclava obediente y una sumisa a todo lo que ella le dijera. Sin embargo esto se activaba con ciertas códigos que solo Wanda sabía, a ojos del mundo Eliza seguía siendo una niña completamente normal. Día tras día Wanda fortalecía la hipnosis y cada vez Eliza estaba mas sumida en su mente, en sus pensamientos y en el control de ella…. Esto había sucedido ya hace cuatro años…

Durante estos tres años Eliza había tenido un cambio de ciento ochenta grados, y si bien algunas cosas seguían siendo las mismas como su nobleza o lo brillante que era también ahora era una mujer completamente diferente, mucho más decidida, segura de si misma, femenina. Pero no todo era bueno, ególatra, atrevida, mandona, tramposa y falsa. Falsa en la manera como usaba su dulce carita y su hermosa figura para salirse con la suya y conseguir así todo lo que quisiera. Todos estaban a gustos con Eliza y la aceptaban como era, pero la verdad era mucho mas fría que eso. Ella había cambiado en contra de su voluntad solo estaba siguiendo ordenes ya que en esos tres sombríos años se había convertido en una marioneta completamente doblegada y sin voluntad alguna de su sirvienta Wanda.

Cada que estaban solas le daba toda clase de ordenes, instrucciones pero cuando estaban ante cualquier persona ocultaban todo eso y actuaban como si nada raro sucediera. Ni sus padres, ni amigos ni nadie se percataba de lo que se escondía detrás de esa cortina de mentiras y engaños.

Pero Wanda aunque disfrutaba de eso era mas que obvio que no le bastaba, nunca le había bastado solo con controlarla y manipularla, desde un inicio ella quería ser Eliza y luego de tanto tiempo de esfuerzos había conseguido una manera prometedora de lograrlo. Esa tarde aprovechando que se había quedado sola con ella saco una cajita con dos anillos, sonrió y le entrego uno a Eliza y el otro lo tomó en su mano y no dejo de mirarlo para luego suspirar y rogar de que verdad funcionara.

Antes de ponérselo leyó las instrucciones nerviosa y muy ansiosa. Anillos de cambio, para intercambiar dos almas de lugar durante todo el tiempo que las dos personas estén usando estos objetos mágicos en su dedo anular. Wanda ya no quería esperar más y activo la sumisión en Eliza convirtiéndola en su esclava, luego le ordeno que se pusiera el anillo.

En cosa de milésimas de segundo ambas mujeres sintieron como un pequeño vacío en sus pechos y al mirarse una a la otra se dieron cuenta de que había funcionado, pero Wanda se asusto y se quito el anillo volviendo a si a su cuerpo. Su corazón latía agitado, lo había conseguido, su sueño por fin se haría realidad pero debía calmarse.

Wanda vio su reloj y se dio cuenta que aun tenía un buen rato antes de que llegaran sus patrones por lo que introdujo a Eliza en un estado profundo de trance desde el cual comenzó a inculcar en su mente una y otra vez que ella tomaría su cuerpo cada que quisiera y que cada que lo hiciera Eliza debía de ser una buena y servicial sirvienta para con sus amos, pero sobretodo para con ella. Luego de toda estas nuevas ordenes no solo Eliza había entendido su nueva posición sino que le complacía debido a su sumisión que su ama y señora Wanda tomaría su lugar cada que quisiera y que iba a usurpar su cuerpo, vida y su esencia cada que le complaciera.

Para cuando llegaron los padres de Eliza y jefes de Eliza besaba los piel y tacones de Wanda y esta ultima le ordeno que preparara la cena. Todos se sentaron alrededor de la mesa y Eliza los atendía siendo la sirvienta mientas que Wanda se regocijaba hablando con todos sentada el mesa gracias al estar en el cuerpo de la bella Eliza. Nadie se daba cuenta del intercambio y nadie lo iba a saber.

Luego de la cena Wanda se le acerco a Eliza mientras lavaba los platos de la cena y le susurro a su sumisa lo bien que lo hacia tomando su lugar. Eliza se sintió alagada de saber que su señora estaba complacida y alago lo bien que se sentía que su ama haya tomado su lugar y su vida.

Mientras nadie veía Wanda beso el cuello de Eliza y le agradeció por su cuerpo para luego irse a donde estaban todos tomarse una selfie y darse cuenta de lo bella que se veía y del grandioso contenedor que ahora y para siempre seria todo suyo.