Un Grandioso Ascenso

TEXTO DE LA HISTORIA

Amber había ido a la casa de Luisa para revisar unos documentos en los cuales llevaban trabajando semanas pero todo se desencadeno caóticamente. Debido a que enfurecida y con su corazón lleno de ira le había dado un golpe seco a Luisa en la cabeza lo cual la liquido en el acto… Amber no sabía bien que hacer, se puso a pensar que debía hacer con el cuerpo de Luisa y como haría para librarse de todo, no quería ir a la cárcel. Debía desaparecer el cuerpo y todas las evidencias…

Ya habían pasado semanas desde que Amber había asesinado a su jefa Luisa por celos y rabia hacia ella por todos los maltratos y abusos que constantemente recibía, no era solo un maltrato sino que Luisa obligaba a Amber a pasar periodos inhumanos de tiempo frente a la computadora para hacer todo lo que ha ella le correspondía y la pobre Amber solo podía agachar la cabeza y obedecer. Pero esa noche cuando le dio el golpe con no solo Luisa se desahogo, ni se libero, sino que esa noche con el cuerpo helado de Luisa hizo algo que hasta la fecha nunca había cruzado por su cabeza.

Amber tomó una reliquia familiar que había pasado de generación en generación desde la época del oscurantismo, según la leyenda de sus abuelos este articulo era mágico y tenia el poder de cumplir el deseo a cambio de dar el alma a cambio. Al inicio Amber pensó en pedir desaparecer el cuerpo de Luisa pero en vez de eso una pequeña voz resonó en su interior y de dio una excelente idea.

Amber estaba al lado del cuerpo de Luisa con el artefacto en su mano y pidió su deseo, de repente el cuerpo de Luisa comenzó a desvanecerse y a acercarse a Amber para luego comenzar a recorrer todo su cuerpo y adherirse a ella, en cosa de segundos la había rodeado completamente y Amber sonrió, había funcionado, ahora ella era Luisa y los recuerdos y memorias de ella comenzaron a invadir su mente. Ahora que había acabado no había ni cuerpo ni evidencia. Amber había decidido dejar de ser ella para hora convertirse y sustituir por completo a la Barbie hermosa que siempre había sido su jefa, ahora esa hermosa y rubia melena y ese par de imponentes tetas le pertenecían, por hoy y para siempre.