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Desperando En El Hospital

TEXTO DE LA HISTORIA

Doctor: Señora González, escuche, tratemos de nuevo ¿si? ¿Cuénteme quien es usted por favor?

Ana: Por enésima vez, yo no soy la señora González, mi nombre es Ana Flores, me entiende doctor, recuerdo pocas cosas pero algo me dice que la vida que usted dice que es mía no lo es

Doctor: Señora… usted tuvo un accidente, no recuerda nada por la amnesia, cálmese por favor y confié en nosotros, tenemos su identificación y ya revisamos, usted no es la mujer llamada Ana que dice ser, ella es su sobrina, ¿no recuerda?

Ana: ¡Maldita sea! ¡Que eso no es cierto! No se como ni por que pero se que soy Ana ¡Soy Ana!

Doctor: Enfermera se esta desestabilizando, inyéctenle tranquilizantes por favor

Ana: ¡No! Por favor, no hagan esto, ¡Crean en mi! ¡Crean en mi! ¡Crean…! ¡Cre….!

Ana estaba internada en un hospital por un grave accidente en su cerebro el cual hizo que perdiera toda su memoria, no sabia que había ocurrido ni por que estaba en otro cuerpo..

Todos creían que estaba loca pero Ana decía la verdad, y si bien no lo recordaba había caído en una sucia trampa de su tía mientras habían salido juntas a convivir y pasarla bien en el salón de belleza. En ese momento su tía le dio de beber poción que intercambio sus cuerpos y en un intento por perseguir a su tía que estaba en su hermoso y joven cuerpo tuvo un accidente de auto en el cual su cabeza recibió el mayor impacto y ahora solo trataba recordar todo… pero sus esfuerzos eran en vano, para cuando lo logre ya su tía tendrá toda su vida controlada…

Mientras Ana luchaba consigo misma y sus recuerdos su tía Lizbeth se estaba poniendo un enterizo y un par de tacones recién comprados que le dio de regalo un hombre con el que estuvo anoche. Luego se maquillo sutilmente, se arreglo su cabello dejándolo suelto se acerco al hombre lo beso mientras robaba dinero de su cartera y se fue sin decir nada más.

Lizbeth estaba en una ciudad lo bastante lejos de donde Ana se encontraba como para que no la encontrara, además al haber cambiado las contraseñas y datos de sus cuentas bancarias, redes sociales y básicamente todo lo importante que Ana tenia acceso, todo eso la hacia sentir muy confiada y segura de que su cuerpo nuevo se quedaría así, siendo su cuerpo. Estaba tan confiada y feliz que se paseaba por las calles luciendo su hermosa figura y enamorando a los hombres con su firme y redondo trasero. Le encantaba sentirse adulada y más aun coquetear con toda clase de hombres, incluso algunas mujeres si eran lo bastante guapas para llamar su atención.

Paso el tiempo… y para cuando Ana sabia que había pasado, como y por que ya era demasiado tarde, para cuando fue a confrontar a su tía en su cuerpo le costo semanas encontrarla por el cambio de ciudad, sin embargo lo hizo y fue pero jamás pensó que la encontraría así…

Lizbeth era una reina, había seducido a un viejo millonario para que se casara con ella hace un tiempo y fornicando hizo que le diera un paro cardiaco que acabo con su vida y para cuando el abogado leyó el testamento todo era para Lizbeth; quien había modificado el testamento con ayuda del abogado. Cuando Ana la vio a duras penas pudo reconocer su cuerpo por todos los cambios que había hecho, un culo enorme, Botox, tetas, lo único que le fue familiar fue su rostro, rostro que nunca iba a recuperar.


 

2 comentarios:

  1. Cómo siempre excelente genial mi emperatriz

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  2. Mis más profundos respetos para la malvada tía... Ella fue rápida, despiadada y no paró hasta lograr todos sus objetivos

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