TEXTO DE LA HISTORIA
Los mundiales de futbol son eventos en los que se permite reunir personas de todo el mundo por un corto periodo de tiempo y esta es una oportunidad que un bodyhopper no podía dejar escapar, así fue como Luis llego a Qatar saltando de cuerpo en cuerpo hasta llegar a un empresario que iba a viajar a Qatar por negocios, al ser un vuelo en primera clase se relajo tomando uno que otro trago y disfrutando de las atenciones de la auxiliar de vuelo; o azafata.
Cuando aterrizo se metió en una turista brasileña y se fue con sus amigos a un par de días de fiesta, era muy divertido al tener personas de toda clase de apariencias, aspectos y por ende nacionalidades, no duro ni medio día en la brasileña cuando salto a una argentina para enamorar a un jeque catarí, follar con el y tener una loca fiesta en donde fue el centro de atención llena de excentricidades. Luis amaba el mundo y deseaba que nunca se acabara pero apenas estaba empezando y había mucho por hacer.
Luis iba pasando por la plaza y escucho a un grupo de periodistas árabes que iban a asistir a un partido de Croacia y pues al no resistirse a admirar la belleza europea luego de estar en unas latinas decidió saltar a uno de los asistentes de los periodistas en el cual pudo pasar desapercibido y acceder al estadio gracias a las credenciales del sujeto. Una vez dentro pudo escapar del grupo de periodistas unos minutos y a lo lejos vio una hermosa espalda descubierta con un cabello liso hermoso que le llegaba a la mitad de la espalda, era el cuerpo perfecto para saltar y no lo dudo, desde la distancia su alma salió disparada hacia la chica entrando de golpe en ella.
Ahora Luis con su hermosa piel tersa color canela iba a hacer lo que mejor sabía hacer, disfrutar de su cuerpo, comportarse como una perra y llamar la atención en donde un par de pechos como los suyos eran admirados, un tabú y casi que un pecado.
Cada jugada de Croacia Luis la celebraba, gritaba, hacia ruido y cada gol se mostraba feliz saltando haciendo brincar sus tetas, no había nadie a sus alrededores que no se estuviera fijando mas en él que en el mismo partido, eso Luis lo sabía y le encantaba. Al acabarse el partido estaba agotado, sabía que era solo cuestión que tiempo para que fueran a ofrecerle algo para beber y así fue cuando un siervo de un jeque le llevo una bebida y una invitación para versé con él. Luis sonrió y acepto, debía seguir la diversión.
Muy buena
ResponderBorrar