En Una Fiesta Todo Puede Pasar

 

TEXTO DE LA HISTORIA

Paulina había estado esperando sus vacaciones desde hace varias semanas cuando las había planeado, tenia todo reservado y planeado para pasar unas extravagantes y muy divertidas vacaciones en una isla en el caribe en un maravilloso hotel.

Ella se había ido sola, quería ver como se le daba vivir una experiencia así por su cuenta teniendo que salir de su zona de confort socializando con personas nuevas y festejando con todos ellos sin tener ni un amigo cercano que la acompañara en dichas vacaciones. Luego de un par de días todo iba súper bien, se había hecho amiga de un grupo algo grande y muy variado con latinos de varios países.

Paulina se la pasaba de maravilla, muchas fiestas, algunas actividades extremas unos días y sobretodo pasaba mucho tiempo en albercas o en el majestuoso mar caribe. Pero ese día en particular era ya pasado medio día y llevaban un par de horas en una pool party.

Coctel tras coctel y shot tras shot, todo lo el licor que traían a la mesa dentro de la alberca ella tomaba un poco de todo, se sentía muy bien con la música, el sol sobre ella y sacando sus mejores pasos de baile. Era un día prometedor hasta ahora logrando que se sentía feliz y llena de vida.

Pero luego de un rato estaba un poco ebria y vio que la llamaron de la barra del bar y tambaleándose fue allí. Paulina llego a la barra y el cantinero le paso un shot diciéndole que lo habían pagado y que era para ella, Paulina sonrió y se lo tomó de golpe, le agradeció al cantinero y se volvió con el grupo con el que estaba. Unos minutos después se sentía muy mal, mareada, algo de dolor de cabeza y ganas de vomitar entonces fue al baño a tratar de mejorarse, sentía su cuerpo raro. Paulina se quedo dormida sobre la taza de un inodoro…

Cuando despertó y salió del cubículo se sentía un poco mejor pero aun estaba ebria al verse al espejo vio un hombre gordo y mucho mas viejo que ella. Paulina se asusto pero pensó que era solo una alucinación, además por los tragos en su cabeza no razonaba bien por lo que luego de salir al baño prefirió buscar sus cosas y tratar de irse a su habitación. Pero estaba muy ebria…

Pero para nada había sido una alucinación… Paulina no se percato por su estado pero en realidad su cuerpo si había cambiado, de hecho su cuerpo había sido robado. Se habían enamorado de su cuerpo y para eso era el shot que le regalaron en la barra… era un trampa… Ese no era un shot común y corriente, en verdad era una pócima de intercambio de cuerpos por lo que al tomarlo ella cerro el hechizo y así Paulina fue transformada en ese hombre gordo en el baño mientras al mismo tiempo el hombre gordo en alguna otra parte del hotel se había transformado en Paulina. Este era un nuevo método que estaba tomando fuerza en el mercado negro para robar apariencias e identidades de incautas personas con cuerpos tentadores y hermosos…

El viejo se llamaba Antonio y este solía ser el típico empresario que durante toda su vida se había enfocado mas en su trabajo y en amasar una gran fortuna en vez de en su familia o amigos, sin embargo en todos sus años de vida siempre había tenido un secreto pero por pensar en que dirían los demás nunca se acepto a si mismo ni había salido del closet, así es, era homosexual y durante su vida tuvo muchos amantes en secreto pero ahora con cierta edad y cerca de la muerte por el recién descubrimiento de una enfermedad degenerativa muy dolorosa y sin cura pues gasto esa fortuna comprando en el esa pócima que ese día le había dado de beber en un shot a Paulina y ahora que se había transformado en ella tenia una nueva vida…

Antonio llevaba años en secreto vistiéndose como mujer y maquillándose así que cuando se transformo en Paulina luego de llorar de alegría y masturbarse un buen rato su nueva y jugosa rosada vagina quería irse a festejar. Se arreglo, se puso un vestido bien sensual que había comprado antes y salió de su habitación hacia algún antro o bar que estuviera abierto a esas horas.

Mientras caminaba por las zonas comunas pudo ver a su viejo cuerpo, en el estaba Paulina claramente pero se le notaba muy torpe y con mínima coordinación, la pobre llevaba mucho tiempo tratando de llegar a su habitación pero estaba tan ebria que ni estaba casi consciente por lo que cuando Antonio paso a su lado para ir al antro la pobre Paulina ni siquiera pudo reconocer su sensual cuerpo caminando a su lado, y jamás volvería a ver a su cuerpo…