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Nadando en Alta Mar

 

 TEXTO DE LA HISTORIA

Un día de verano en las hermosas aguas del mar caribe, estaban a tan solo cuarenta y cinco minutos de la playa mas cercana, se encontraban en un pequeño pero lujoso yate un grupo de amigos, 3 hombres, 4 mujeres y una tripulación de 3 personas La estaban pasando de maravilla, escuchando música, algunos tomando whisky, las chicas tequila, etc. Todo iba bien hasta que del fondo del mar, de lo lejos con la brisa del viento escucharon lo que al inicio parecía ruido y a medida que aumentaba el sonido se fue convirtiendo en un cantico, un hermoso cantico.

Uno a uno todos los tripulantes fueron quedando en un trance, hipnotizados por esa voz que les daba a cada uno una orden en particular, detener el motor, apagar la música, tirar el ancla. Todos los hipnotizados estaban inmóviles para cuando el cantico se detuvo, todos menos Giselle. En ella no había hecho efecto y estaba aterrorizada tratando de despertar a sus amigas pero era en vano, no respondían sino a una extraña voz que escuchaban en su cabeza, voz que les había dado las ordenes previas y voz que luego les ordeno tomar a Giselle y arrojarla por la cubierta del barco hacia mar abierto.

La pobre Giselle inútilmente trato de resistirse, pero eran 9 personas así que en cuestión de segundos estaba flotando en el agua tratando de subirse al barco.

En uno de sus intentos se aterro al sentir algo que nadaba junto a ella, y pensando que era un tiburón o algún animal se desespero tratando de subir mas rápido pero ni era un tiburón y tampoco pudo subir al barco. Había agotado sus fuerzas y apenas venia lo peor.

Lo ultimo que Giselle vio fue una aleta y una extraña mano con escamas que la tomó de su tobillo y la llevo al fondo del mar…

Y aunque Giselle murió ahogada ese día algo subió al barco casi media hora mas adelante con la apariencia de Giselle… ese ser del mar, ese monstruo, esa sirena como las leyendas las mencionan se había hecho con la piel de Giselle y se la había puesto sobre su cuerpo para luego subir al barco y deshipnotizar a todos. Nadie sabia que había pasado, nadie supo lo que le habían hecho a la pobre Giselle, y mucho menos sabían que quien estaba en el barco con ellos no era mas que una impostora con la morena y tersa piel de la chica que conocían.

Minutos después el barco arrancó, la impostora reía, celebraba y animaba a todos, pero mientras bailaba al ritmo de la música y besaba a una de las chicas del barco no dejaba de mirar atrás, hacia el exacto punto donde la había ahogado y robado su identidad y su piel…

3 comentarios:

  1. Imagino la desesperación de la pobre chica, tratando en vano de resistirse a esas nueve personas mientras la tiraban al mar y luego siendo ahogada ahogada por la fuerza

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  2. Me encanta las historias de sirenas y cambio de cuerpos son poco explotaradas

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