Una Rara Amistad

 

TEXTO DE LA HISTORIA

Lucia era una niña de tan solo once años, estaba justo cruzando esa época en donde dejaba de ser una pequeña y comenzaba a ser una preadolescente, en su transición en la cual comienzan a iniciar todo duro proceso de cambios físicos, químicos y hasta emocionales en su cuerpo le estaba siendo algo difícil, no solo por la transición en si como tal sino por que era la única hija de una madre soltera que se la pasaba todo el día trabajando y que prácticamente no le dedicaba tiempo, y el poco que le dedicaba no era de calidad… sin embargo Lucia no se quería rendir y de una y mil maneras trataba de lograr que su madre de alguna manera le demostrara que la quería o al menos que en verdad le importaba. Lucia probo con portarse mal en la escuela y con su niñera, también probo por el contrario con portarse bien y ser la mejor de su clase y toda una niña ejemplar, pero no, nada era suficiente para que su madre saliera de su burbuja de trabajo para dedicarle tiempo de calidad.

Al final lo que la pobre Lucia no era nada que no se mereciera de por si la atención de su propia madre, aunque tarde o temprano de cierta manera la chiquilla se iba rindiendo y lo poco que ahora quería era que alguien, quien fuera, le dedicara tiempo para hablarle, jugarle y escucharla hablar de lo que sea…

Esa tarde Lucia al igual que todos los días estaba en su columpio subiendo y bajando cientos de veces frente a su patio pero vio como algo se metía en un arbusto a lo lejos, y aprovechando que su niñera estaba distraída fue a ver llena de curiosidad y misterio.

Lucia tenia un poco de miedo, no sabía que iba a encontrarse y estaba temerosa por que la ultima vez había sido un ratón medio muerto que su niñera termino rematando cuando la escucho gritar. Al contrario de lo que ella pensaba no era nada parecido, Lucia vio una especie de gusano gris oscuro algo largo como de diez o quince centímetros y algo grueso que a duras penas podía moverse, se notaba que estaba muy herido y de cierta manera ella podía ver que estaba sufriendo por como se movía. A Lucia le dio mucho asco y quiso aplastarlo en ese instante pero no era capaz de hacerlo, se levanto e iba a salir corriendo para llamar a su niñera y que al igual que al ratón acabara con la vida de ese extraño gusano, y eso iba a hacer hasta que al llevar dos pasos escucho una voz venir de sus espaldas. Lucia se detuvo, frunció el seño pensando que era su imaginación pero volvió a escuchar la voz, se giro y volvió a agacharse a ver a aquel extraño gusano y una tercera vez escucho que le hablaban, era esa cosa…

Parasito: No… no me… no me mates por favor…. Estoy… estoy herido

Lucia estaba en shock, estaba sintiendo muchas cosas, asco, miedo, intriga, emoción. Incluso levanto su pie para pisarlo. Pero cada vez que lo escuchaba hablar más y más pidiéndole que se detuviera que lo ayudara Lucia frenaba su intento por eliminarlo.

Parasito: Ayuda…. Ayúdame… no te… no te haré… no te haré daño.

De todos los sentimientos que estaba sintiendo la intriga termino ganándole, le dijo al gusano que iría por algo para cubrirlo y a los cinco o diez minutos llego con una pequeña manta y una caja, lo tomó con la manda; estaba algo baboso y resbaladizo, y lo metió en la caja, salió corriendo con la caja y sin que la niñera lo viera lo llevo a su habitación.

Lucia: Bueno, creo que no nos vio mi niñera, ha de estar distraída como siempre en su celular. Ahora dime que necesitas para recuperarte, estas muy herido, quiero poder ayudarte.

Pasaron varios días en los que Lucia no podía hacer mas nada por el gusano que alimentarlo, no obstante esto era todo lo que él necesitaba para recuperarse, poco a poco de manera exponencial iba recuperando sus fuerza y su cuerpo estaba regenerando esas profundas heridas. Mientras sanaba el gusano dejo de ser un extraño para Lucia se la pasaban todo el día y noche hablando, incluso ella lo consideraba un amigo, su único amigo… el gusano era su confidente, escuchaba sus problemas le daba consejos incluso se reían y tenían momentos agradables juntos. Sin embargo Lucia seguía deseando mejorar la relación con su madre y de verdad tenerla para si misma. Ella seguía tratando de ganar su atención y si bien seguía siendo esfuerzos en vano ahora el parasito sabia de lo que ella más deseaba y así fue como en un ataque de depresión de la desolada niña el parasito le sugirió una propuesta.

Al inicio para Lucia era una locura, como iba a ayudar al parasito a entrar a su madre para que el gusano tomara el control de ella, incluso ella ni lo entendía bien lo que significaba pero él, su amigo, comenzó a convencerla explicándole que al estar él dentro de su madre haría que pasara mas tiempo con ella, que se preocupara mas por ella, que Lucia fuera su prioridad al modificar su mente desde el inconsciente… poco a poco Lucia fue cediendo su postura hasta que sus profundos deseos por tener a su madre con ella como lo había soñado tantas veces hizo que accediera al plan de su amigo. Ahora solo debía escuchar lo que él tenia planeado y hacer todo lo que le dijera para que todo saliera perfecto. Lucia estaba feliz de que su querido amigo iba a solucionar todo.

El parasito le dio varias indicaciones a Lucia, era hora de comenzar su plan. Lucia estaba sumamente concentrado y por eso no notó cuando el parasito salto de la caja subiendo por su suéter y de golpe la sorprendió entrando por su boca hasta su garganta y luego hacia su cerebro tomando control de la joven niña. Una vez dentro el parasito estaba a gusto de estar en un cuerpo humano después de tanto tiempo, aunque Lucia era temporal era bueno estar en su entorno natural, al fin y al cabo era un parasito.

Dentro de Lucia el parasito pudo terminar de recuperarse y nutrirse de la niña, también aprovecho el tiempo para aprender más afondo las rutinas de la madre de Lucia al espiarla y también al apoyarse de las memorias de ella. Nadie, ni su madre ni la niñera se dieron cuenta del cambio notorio en Lucia, lo cual el parasito aprovecho inmensamente.

Unos días mas tarde el parasito estaba listo para mudarse a la madre de Lucia, era de noche y ya estaba seguro de que ella dormía profundamente, iba a salir del cuerpo de Lucia pero no sin antes acceder a sus memorias y borrar todos sus recuerdos recientes de él. Lucia no iba a recordar nada sobre el parasito ni todo lo que habían hablado y compartido juntos, ni el plan que habían diseñado, ni la traición y mucho menos que el objetivo de él era llegar a su madre.

Una vez termino de modificar sus recuerdos salió de Lucia bajo de la cama se arrastro rápidamente por el suelo de madera, entro a la habitación por la base de la cama trepo y llego hasta la almohada. Esa noche llovía muy duro y caían rayos, el parasito veía por la luz que entraba por la habitación luego de cada rayo, se acerco lentamente asegurándose de que seguía durmiendo y cuando estuvo listo entró bruscamente por el odio. La madre de Lucia dio un grito seco acompañado de una reacción automática de tocarse el odio y ver que tenia, sin embargo el parasito era resbaladizo no permitiendo que ella lo agarrara. Los gritos de ella eran opacados por el fuerte sonidos de los relámpagos cayendo afuera. Fue inútil tan solo unos segundos estaba perdiendo la conciencia a medida que el parasito la tomaba a su merced.

Al día siguiente Lucia se despertó como un día común y corriente, fue a pedirle desayuno al ama de llaves y se sorprendió al ver a su madre aún en casa, le sonrió y su madre le sonrió de vuelta, Lucia quería hablarle pero ella se paro de repente y se fue sin decirle nada. Para Lucia era la misma reacción de siempre, claramente no recordaba nada, ella no era más su madre, era ese gusano, ese asqueroso parasito adueñado de su madre.

Parasito: -Jajaja pobre Lucia como me miro cuando me levante y me fui sin más, me encanta ser cruel, aunque veré si puedo pasar algo mas de tiempo con ella debo de mostrarle mi gratitud por haberme ayudado ya que sin ella hubiera muerto y por el contrario estoy mas vivo que nunca y en su propia madre jejeje y no tiene ni idea gracias al haberle borrado sus memorias.-

Parasito: -Pero ya tendré mucho tiempo para pasar con ella, mmmm no es mala idea, pasare tiempo con ella, la educare y la moldeare desde pequeña para que cuando este cuerpo este viejo y vacío de vida ella sea mi sustituto ideal jajaja ¡Es perfecto!-

Parasito: -Dentro de diez años mi querida Lucia volveré a ti para hacerte mi contenedor.-

Madre: -No… Por… Ayu…-

Parasito: ¿Acaso tratas de resistirte al saber lo que le haré a tu hijita? Nunca te preocupaste por ella así que no vengas a querer hacerte la heroína estúpida jajaja. No tienes nada que hacer contra mi, tu cuerpo es todo mío gracias a que tu cerebro y todo tu ser ahora me pertenecen jajaja. Ahora vuelve a las sombras.

Parasito: Muy bien, controlada, esta en lo mas profundo de su mente, ahora jamás volverá a molestarme esa perra jajaja.

Las semanas pasaron y Lucia sintió que su madre estaba mas cerca de ella, era una versión de ella que no conocía mucho mas autoritaria, controladora y libertina que antes, pero a ella no le importo seguía cada orden de su madre sin importar lo que fuera, le había prometido hacerlo con tal de tenerla en su vida y al menos así era ahora.

Por otra parte el parasito se adapto muy bien a su nueva vida uso sus habilidades de manipulación para hacerse con el control de la compañía donde trabajaba al haber seducido y manipulado al viejo senil dueño de la mayoría de las acciones. También se había desecho de la niñera de Lucia quien comenzaba a sospechar de que ella no era la misma mujer de siempre y ahora se la pasaba saliendo de compras, yendo a lujosos spa y salones de belleza para mantener su cuerpo lo mas perfecto posible, también como tanto le gustaba jugando seduciendo hombres y sacándoles toda clase de regalos e incluso humillándolos en publico…

Al fin de cuentas todos habían “ganado”, el parasito estaba de vuelta al ruedo y le encantaba ser la sexy milf que ahora estaba poseyendo y Lucia inocentemente tenia a su amada madre ahora mucho mas pendiente de ella.