Toda Una Tentación

 TEXTO DE LA HISTORIA

Era una bella mañana, el sol brillaba con fuerza y los pajaritos cantaban como de costumbre, el movimiento de los humanos en la ciudad estaba comenzando y Gabriela no era la excepción, con una gran sonrisa en su rostro salía de casa más temprano de lo que usualmente lo hacia, caminaba despreocupada aún así su belleza no pasaba desapercibida, era toda una reina sexy y hermosa.

Sin embargo bajo esa belleza y esa enorme sonrisa que cautivaba a todos a su alrededor no era más que una mascara que ocultaba una vil mentira…

La noche anterior Gabriela había ido con una bruja en busca de ayuda para hacer que su novio volviera a ella; recientemente le había sido infiel y habían cortado la relación. La bruja juro ayudarle y le dio unas cosas para que bebiera y hasta hizo unos supuestos rituales para devolver al ser amado, no obstante no había sido eso sus verdaderas intenciones, si bien era una bruja que solía ayudar bajo el precio justo cuando vio a Gabriela entrar a su negocio este no era el caso, se había enamorado de su cuerpo y quería usarla, poseerla y tenerla para si. Por lo que las cosas que realizo y le dio de beber no fueron para enamorar de vuelta a su exnovio, eran para debilitar la conexión de su alma a su cuerpo. Y durante esa noche mientras Gabriela dormía la bruja se proyecto de manera astral a su habitación y termino de romper su vinculo para luego adentrarse a su cuerpo y sustituyendo su alma por la suya…

Ahora mientras la bruja caminaba de manera sexy y totalmente feliz de su nuevo contenedor la pobre Gabriela no dejaba de suplicarle desde el interior de su cuerpo que la dejara, que no hiciera esto. Pero ella no la escuchaba, no quería hacerle caso y mucho menos dejarla luego de que voluntariamente ella había ido a su negocio y la había cautivado fuertemente.

La bruja no estaba muy acostumbrada a los tacones tan altos sin embargo no le importo, le encantaba como se veía y como se sentía así que por el centro de la ciudad caminaba llamando la atención de todos, quería sentirse deseada e incluso le dio su nuevo numero de teléfono a varios hombres enamorados de ella. Al rato llego a su negocio de brujería, busco una llave secreta y luego de entrar hizo un hechizo para quitarse el dolor y cansancio en los pies por sus tacones. Luego puso un aviso en la entrada que el negocio iba a estar cerrado por un tiempo; planeaba tomarse unas vacaciones primero como Gabriela antes de volver. Y habiendo hecho eso tomó su bolso, algunas cosas personales y se fue a comprar lencería, las noches siguientes iban a estar llenas de pasión. La bruja se río y se fue contoneándose,