El pánico corría por las calles; las personas no sabían si era cierto o no, tan solo tenían conocimiento del rumor de un aparente asesino en serie recorriendo las calles, y si bien la alcaldía y la policía trataban de no dejar que se filtrara mucha información era complejo ocultar la muerte de mas de una docena de personas y mucho menos callar la voz de tantos testigos. Pero lo peor de todo es que los detectives encargados del caso no tenían ninguna pista contundente, tan solo huellas inconsistentes y una docena de cuerpos despellejados completamente…. Era horrible…
El asesino era preciso y muy astuto, digno de ser comparado con Charles Manson, era un verdadero maniaco en todo sentido, gustaba de asesinar y torturar a sus victimas, se sentía poderoso y jamás se detendría... La policía llevaba semanas analizando el caso pero lo que no entendían era como el asesino hacia para no dejar ni una sola pista y para que los forenses no fueran capaces de identificar a sus victimas, básicamente cada cadáver que encontraban eran un montón de carne y huesos sin identidad…
La policía analizaba todo lo que estaba a su alcance y pensaban todas las posibilidades que se imaginaban bajo su limitado entendimiento y quien podría culparlos, ellos jamás hubieran podido adivinar que él poseía en su dominio una daga mediante la cual podía retirar la piel de un cuerpo y convertirla en un traje en el cual poder entrar adquiriendo la forma, la voz y memorias de dicha persona.
Y ahora que él llevaba toda una serie de asesinatos poseía en su poder toda una variedad de identidades que podría utilizar a voluntad.
Ahora mismo los policías estaban investigando la ultima escena del crimen; había sido reportada hace pocas horas; mismo modo de operación y mismas pistas, habían pocos testigos, pero entre ellos, a la vista de todos estaba el asesino. Nadie sospechaba de él, usaba el cuerpo de Amanda una abogada de una importante firma de abogados, sin embargo, él estaba usando justamente el traje de piel del cadáver que estaba muerto en el suelo… Era prácticamente invisible…
Habiendo saciado su sed de sangre y con un nueva traje de piel como un trofeo mas para su colección el asesino estaba satisfecho de momento, por lo que queria descansar unos días. Debido a esto había tomado un taxi hasta un estacionamiento y subio por el elevador hasta el piso cuatro, se dirigió un auto y busco las llaves que había dejado bajo un pequeño trozo de ladrillo que estaba en una esquina. Una vez lo abrió se metió dentro y se quito el traje.
El asesino realmente era un hombre grande y corpulento, desalineado y con poco o prácticamente sin nada de clase. Sin embargo no duro mucho tiempo asi, ya que de una maleta que estaba atrás reviso su colección de trajes; antiguas victimas asesinadas, y tomo un traje de una hermosa mujer que había conseguido meses atrás. Se lo puso y se maquillo y peino como pudo, además de otra maleta tomo un vestido y algunos accesorios y se vistió.
Luego de casi media hora salio del auto totalmente convertido en esta mujer, había cambiado de identidad y ahora queria tomar un trago bien frio para desesterarse un poco.
El asesino oculto tras este bello rostro salio del estacionamiento y camino unas manzanas hasta un bar el cual frecuentaba con sus cuerpos, se sentó en la barra y de manera coqueta le pidió al barman un whisky en las rocas, para luego deleitarse con la música mientras esperaba su trago viéndose en un reflejo para solo sonreír coquetamente para si misma.
Despues de un par de tragas de su whisky casi se lo estaba terminando y el barman le llevo otro trago. Sorprendido le pregunto por que otra bebida si el no la había ordenado. El barman le señalo a un hombre que estaba en la parte de atrás del bar y le comento que el lo había pedido.
El asesino se levanto con su bebida y fue donde este hombre para sentarse a su lado y agradecerle personalmente la bebida. Platicaron, se besaron y el asesino jugo con su entrepierna toda la noche. Seria una noche divertida…
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