El Chantaje Perfecto

TEXTO DE LA HISTORIA

Javier y Maryori habían estado haciendo negocios ilícitos desde hace un tiempo con la compra y venta de alcohol falso en diversas tiendas de la periferia de la ciudad. Estaban ganando por semana más de lo que cualquiera de los dos lo hubiera hecho en un año en un negocio convencional.

Javier al ser un concejal no debía exponerse así que el se encargaba de darle a la organización información interna del gobierno para evitar a la policía y que el negocio siguiera estando operativo. Por otra parte Maryori al ser un mujer común y corriente se encargaba del trabajo de campo, ósea, los envíos, cobrar el dinero, que la calidad de las etiquetas y sellos fuera acorde con las botellas originales, todo eso en general. Para ambos el negocio iba bien y crecía sin lugar a duda, sin embargo a medida que fue creciendo fue detectado en el radar de peces mas gordos en el gobierno en donde la influencia de Javier no tenia acceso… Él sabía que pronto la organización caería y en vez de advertirle a su socia para que huyera se quedo callado y borro toda conexión suya con el negocio y con Maryori, planeaba usarla como chivo expiatorio. Y en menos de un mes en un operativo masivo de la policía estatal fueron capturados en las bodegas que usaban para toda la operación la mayoría de los miembros de la organización incluida Maryori.

Quien ya venia sospechando de por que su socio llevaba semanas algo desaparecido, ahora confirmó que él les había tendido una trampa y planeaba quedarse fuera de todo traicionando su confianza y dejando que destruyeran todo lo que habían construido durante tantos años. Maryori no sabía como ni cuando pero se juro a si misma que le haría pagar por todo y más que eso, cobraría el favor que ella sentía que él le debía por la forma como la había usado

Pasaron los meses. Era de mañana y Javier entraba a su despacho, saludo a todos y como de costumbre su secretaria le entrego un paquete con toda la correspondencia que había llegado el fin de semana. Leyó una a una hasta que encontró una carta la cual no se esperaba. Al inicio no sabía que era pero la sangre se le congelo cuando reconoció la letra. A medida que leía sentía como si Maryori estuviera enfrente de él lo cual hizo que un escalofrío le recorriera todo.

En la carta Maryori era clara y concisa, debía ir a verlo esa misma tarde para hablar o enviaría pruebas al gobierno de que él; su antiguo socio, tenia relación con ella y con la organización y que filtraba información del gobierno. Javier estaba muy alterado, no quería terminar en la cárcel, estaba entre la espada y la pared

Javier fue a la librería que estaba a sus espaldas a su oficina y de un cajón saco un vaso y una botella ya abierta de whisky, sirvió un poco y se lo tomó de golpe, suspiro sintiendo que ese trago no había servido para nada por lo que quiso servirse otro pero su mano le temblaba de los nervios y al no poder servirlo enfurecido tiro el vaso al suelo y este se estallo en mil pedazos haciendo un completo desastre en la costosa alfombra.

Enfurecido tomó su celular, su billetera, y salió de su oficina diciéndole a su secretaria; sin siquiera mirarla o dejar de caminar, que cancelara todos sus citas y que enviara a alguien de limpieza a organizar el desastre que había hecho.

Él resto de esa mañana Javier estuvo hablando con colegas y otras personas de su partido que iría a la cárcel para hablar de su campaña y muchas de esas cosas políticas, para tratar de que no fuera sospechoso.

Una vez hizo esto ya era más de medio día y el tiempo de visitas se acababa, no tenia mas remedio que ir a confrontar a su vieja conocida. Apenas entró al pabellón resalto mucho a la vista, se sentía incomoda y pidió de inmediato que no lo hicieran esperar y lo llevaran a un área donde pudiera hablar con Maryori tranquilamente.

Javier: No confirmare ni hablare de nada del pasado, dime por que me citaste a este maldito infierno de una vez

Maryori: Ni un hola a tu vieja amiga, vaya pero que vulgar te has vuelto jajaja.

-Javier puso una cara de enojo y frustración haciendo que Maryori quitara su risa de la cara y se concentrara.-

Maryori: Tengo las pruebas que te mencione en la carta y más, puedo hacer que estés en un infierno peor que este. Así que escúchame bien, quiero que me des ahora mismo 500 dólares, te conozco y se que traes mucho mas que eso en tu billetera. Y también quiero las fotos de tus familiares que también tienes dentro.

Javier: ¿Qué? ¿Cuáles fotos? ¿Para que? Que son esas exigencias tan estúpidas, no te daré nada. ¡Entiendes!

Maryori: Si son estúpidas o no, no es tu problema, dame todo eso o le entregare todas las pruebas a mi abogado y esta misma noche irán a buscarte. Y si no me crees que tengo esos papeles arriésgate jajaja, tu me conoces, sabes de lo que soy capaz. Ahora deja tu maldito orgullo y entrégame ahora mismo las fotos y el dinero.

Javier sabia que ella lo conocía muy bien, era claro que tenia mas dinero que ese en su billetera y que también siempre traía consigo fotos de su esposa, e hijos; una mujer de 23 años y un hombrecito de 17. Por lo tanto mentir no era una buena idea en ese momento. Además si que sabía que ella tenía dichos papeles, ya que él también la conocía bien a ella.

Temblando Javier saco su billetera y titubeando le entrego lo que ella pidió.

Maryori: Muy bien, cooperando, así si podremos entendernos. Ahora debes de saber algo, pronto saldré de aquí y no me conformare con esto, quiero poderme contactar contigo, una línea segura como antes ¿recuerdas? Dame tu numero de contacto personal, no el familiar ni el de trabajo, sino el otro que ambos sabemos que tienes.

Javier: ¿Pero…? Mierda, esta bien, anótalo.

Javier: Espero que no te pases de lista y no pidas mas de la cuenta, accederé a tus condiciones siempre y cuando no sean excesivas. Y ten mucho cuidado lo que haces con mi numero de contacto privado. Puedo terminar de hundirte, recuerda que no dejas de estar en este infierno y puedo hacerte la vida imposible o incluso peor…

Maryori: Jajaja si entiendo, ya sabes sabrás de mi muy pronto, ahora vete, tengo cosas que hacer aquí querido socio jajaja.

Javier tenia mucha rabia conducía a toda velocidad y se dirigió a un bar que conocía desde hace tiempo, necesitaba ahogar esa odiosa situación en varios tragos de licor.

Por otro lado Maryori había escondido bien el dinero en su ropa interior y estaba viendo las fotos de los familiares de Javier.

Maryori: -Veamos que tenemos aquí jajaja. Mmmm el chico no, paso de él, su esposa podría ser mmmm, aunque esta algo mayor para mi gusto, además tendría que estar con Javier todas las noches no que asco, también paso. Jejeje por otra parte queda su hija, que lindas curvas tiene, y ese rostro, si definitivamente jeje, la elijo a ella.-

Se levanto de su cama y quemo las otras dos fotos con una candela que le pidió a su compañera de celda, solo dejo la foto de la hija de Javier. La llevaba en su mano mientras caminaba y fue directo a otra celda en ese pabellón, en la puerta espero que otra reclusa le dejara pasar y una vez dentro estaba en un templo de magia negra. Estaba allí para hablar con la bruja, ahora tenia todo lo que necesitaba para hacerse con sus servicios

Bruja: Pasa querida, pasa y siéntate por favor. Por lo que veo en tu expresión tienes todo lo que te solicite.

Maryori: Así es Madame Claude, incluso tengo más dinero del que me solicitaste, te daré más para que lo hagas lo mas pronto posible, no se si hay algún problema.

Bruja: En lo absoluto, no es lo que acordamos pero por más dinero puedo hacer una excepción. Hoy mismo realizare el ritual mi querida niña. Ahora déjame ver la foto. Dámela dámela. Y el dinero por supuesto también.

Maryori le entrego la foto de la hija de Javier a la bruja y esta la observo detalladamente mientras Maryori sacaba los 500 dólares de entre sus partes intimas. Lo dejo sobre la mesa y espero en silencio a que la bruja le hablara.

Bruja: Es una buena elección sin duda, sin embargo recuerdas las condiciones del ritual. Si es así dímelas y si las aceptas.

Maryori: Si las recuerdo Madame, son simples, no hay vuelta atrás ósea que es permanente y no le puedo contar a nadie como he logrado hacerlo. No puedo decirle a nadie de ti. Y si, estoy dispuesta a aceptar todo, no quiero estar más aquí en la cárcel y si debo renunciar a mi cuerpo para eso pues lo haré sin dudarlo.

Bruja: Esta bien, quedo satisfecha, acepto el dinero, vete a tu celda y duérmete temprano, antes de irte deja un trozo de tu cabello sobre mi mesa junto a la foto. Yo comenzare a trabajar en el rito. Puedes considerarlo hecho.

Maryori: Es usted muy amable Madame Claude, gracias por todo, confió en que así será. Fue un placer conocerla.

Maryori en su habitación estaba muy nerviosa, se comía las uñas y daba vueltas en la cama, sin embargo sabia que debía dormir aunque fuera aún muy temprano por lo que compro con el poco dinero que le quedaba una fuerte pastilla para dormir que pasaban de contrabando a la cárcel y quedo dormida en cuestión de minutos luego de tomarla.

Mientras tanto Javier estaba tan ebrio que incluso el cantinero tuvo que dejarle de servir trago e incluso buscar un taxista de confianza para que lo llevara a su casa. A la vez que ambos dormían Maryori por las pastillas y Javier por le alcohol, la bruja estaba terminando la preparación del ritual y comenzó a realizarlo. Con la foto de la hija de Javier a su izquierda y con el trozo de cabello de Maryori a su derecha. Pronto todo sería aun peor para Javier.

Cuando Madame Claude termino en la habitación de Maryori la luz comenzó a parpadear y un frio abrazador se poso sobre la pequeña habitación, la compañera de celda de Maryori sintió una rara sensación y se tapo completamente con sus sabanas y comenzó a rezar; presentía que algo iba a suceder.

En ese momento el cuerpo de Maryori suspiro de una manera algo brusca y se doblo su torso haciendo un arco sobre el colchón. Se sostuvo así con la boca completamente abierta y algo comenzaba a salir de su boca, era como un aire al inicio pero a medida que salía más se tornaba mas en una sustancia gaseosa espesa, como una especie de bruma. Cuando salió completamente el cuerpo de Maryori cayó sobre el colchón rebotando con fuerza. Esa bruma era Maryori, era su alma y su conciencia, había dejado su cuerpo.

Ella se sentía rara, era una sensación completamente nuevo para ella, podía ver, sentir y escuchar pero no moverse, su nueva forma se movía por voluntad propia, pero ella sabía cual era el destino, el cuerpo de la hija de Javier; Jessica…

Por lo que Maryori se relajo y trato de disfrutar dicha experiencia de la mejor manera posible ya que al ser algo permanente el ritual no era algo que iba a volver a vivir.

Maryori con su forma etérea salió de la cárcel sin el menor esfuerzo atravesando todos los gruesos muros y reforzadas barras de hierro y acero. Nadie podía verla, ni escucharla. Era totalmente invisible al estar en otro plano. Ella nunca se había sentido tan viva.

Ella tardo mucho tiempo en llegar donde Jessica ya que ella vivía algo lejos. Pero no le importaba, ya no estaba en la cárcel por lo que se conformo. En la mañana temprano Maryori atravesó un edificio en un piso algo alto, estaba ahora dentro de un hermoso penthouse con todo lujo de detalles, el éxtasis recorría todo su ser, cada vez estaba mas cerca de Jessica… Maryori quería ver más del departamento pero su cuerpo se movía solo, entro a una habitación y allí la vio.

La vio, acostada profundamente dormida, era aun mas hermosa que en las fotos en las que la había visto, ese sería su cuerpo, Maryori estaba muy feliz, ahora sería suya. En ese momento Maryori, en su forma de bruma, se acostó sobre ella adentrándose en su cuerpo. Lentamente comenzó a penetrarla por todas partes y en ese momento Jessica se despertó asustada por lo que estaba pasando pero era demasiado tarde, sus ojos se pusieron totalmente blancos para luego al volver sus pupilas eran de un color diferente, era Maryori que había entrado en ella totalmente. Y luego dichas pupilas si bien volvieron a la normalidad la realidad era muy diferente…

Esa mujer recostada en la cama que estaba levantándose sonriendo no era Jessica… pero tampoco era Maryori… era una mezcla de ambas. Al entrar Maryori en el cuerpo no solo se apodero del cuerpo de Jessica sino que absorbió su alma adueñándose de sus memorias, su conocimiento y todo lo que ella alguna vez había sido. Maryori se sentía renovada, como si hubiera vuelto a nacer, pero a los ojos del mundo era ella Jessica, y esta sensación la excitaba y la hacia sentir poderosa.

Maryori no paraba de reír acostada en la cama al saber que había funcionado, había abandonado su forma etérea para quedarse con el cuerpo de Jessica, y no solo eso, sino que ahora en su cabeza sentía todo lo que Jessica era y había sido, la había absorbido y la usaría para vivir su vida plenamente sin despertar sospechas en nadie. Sin embargo, eso era algo que podía esperar, primero tenia muchas cosas que hacer.

Maryori se quito la piyama quedando completamente desnuda, su piel era suave y perfecta en todo sentido a lo que Maryori se sorprendió gratamente a tal punto que no podía dejar de recorrerla, centímetro a centímetro, trozo por trozo recorrió todo su cuerpo. Estaba tan excitada que se paro y fue al baño y frente al espejo comenzó a masturbarse, primero con sus manos pero luego cuando quería algo mas grande fue a buscar el consolador mas grande que Jessica tenia; gracias a sus recuerdos supo donde buscarlo, y comenzó, frente al espejo a darse placer hasta que sus rodillas no aguantaron mas debido a lo tanto que le temblaban, nuevamente Maryori no dejaba de reír. Fue a la cocina a buscar algo de beber, recorría la casa que ahora le pertenecía totalmente desnuda, con su enorme par de senos brincando a cada paso que daba. Luego volvió a su habitación, se puso una bata y se dispuso a disfrutar de la vista.

Maryori disfruto de un rico baño de burbujas dejando radiante su perfecto cuerpo, tardo mas de lo que se espero por que no podía dejar de frotarse los pezones y lamerlos, le sabían fantástico. Pero no le importo, y si bien sabía que Jessica tenia una agenda ocupada ese día ya había hablado para cancelar todos sus pendientes de ese día. De momento disfrutaría de lo que había conseguido y de la diosa en la que se había convertido. El alma de Jessica no solo le había dado las memorias y conocimientos de ella, sino también la seguridad, confianza, narcicismo y amor propio de Jessica hacían parte de Maryori ahora.

Maryori llamo a recepción y pidió el desayuno al cuarto, también pidió si le podían comprar un celular nuevo, y mientras le llevaron todo se puso algo de lencería y modelo para si misma frente al espejo, deseaba alimentar su ego y para ello quería ser lo mas sexy y perfecta posible para si misma. Para cuando ella se estaba probando un bikini tocaron a la puerta y de manera despreocupada fue a ver quien era, era el chico de recepción con su desayuno y con el celular por lo que Maryori abrió la puerta.

Chico: Muy bu… wow… emmm… muy buenos días señorita Jessica, aquí le traigo su desayuno y el encargo que pidió. No sabia que celular comprarle así que no es el más caro ni tampoco el más barato, fue un genérico de rango medio.

Maryori: Si así estaría bien, no te preocupes, ven pasa y deja mi desayuno en la cocina, dame el celular, quiero verlo.

Chico: Listo señorita, dígame ¿Necesita algo más o puedo retirarme?

Maryori: ¿Te parezco hermosa? ¿Qué opinas de mi? ¿Me deseas? ¿Te gustaría meter tu verga en mi culo y venirte en mi? jeje

Chico: Señorita si, es una mujer hermosa y perfecta, es la mas guapa de todo el edificio, de hecho el otro d…

Maryori no dejo terminar de hablar al recepcionista, había escuchado todo lo que quería, y le estaba dando un beso, estaba tan excitada por su cuerpo que ni siquiera importaba si él era guapo o no, solo quería satisfacerse así misma. Luego de besarlo le quito el pantalón y comenzó a chupar su verga haciendo que el chico se viniera rápidamente sobre ella. A Maryori amaba su nuevo cuerpo, era todo suyo, y no lo dejaría; al menos hasta que no perdiera su brillo y su juventud…