Escape de Prisión

TEXTO DE LA HISTORIA

Oficial: Eyyy reclusa cállese de una buena vez, si haces tanto escandalo te meteré en aislamiento un par de días.

Joss: ¡Mi cuerpo! ¡Oficial! ¡Mi cuerpo se va! ¡La reclusa se va a escapar acaso no ve! ¡Haga algo pronto! ¡Atrápela ahora mismo!

Oficial: ¿Acaso estas loca? Te dije que te calles y siéntate de una buena vez o ya veras como te ira si no haces caso reclusa.

Joss: ¡Oficial! ¡Hablo en serio! No se como lo hizo pero la reclusa cambio nuestros cuerpos de alguna manera. La reclusa Florencia esta junto a usted, no soy yo. Ayúdeme oficial, no deje que esta bruja se salga con la suya, no se como lo hizo pero créame oficial.

Florencia: Disculpe su comportamiento oficial, debe estar alterada por que su condena fue aumentada otros veinte años debido a unas pruebas recientemente halladas.

Joss: ¡No! ¡No es eso! ¡Maldita perra no te hagas pasar por mi! ¡Oficial ¡Oficial!

Oficial: ¡Me arte! ¡Refuerzos! Ya veras como te irá por esta escenita que has montado.

Florencia: Bueno oficial fue todo un placer yo no tengo nada más que hacer aquí.

Oficial: Muy bien doctora, cuídese y siempre es un placer verla por aquí, vuelva pronto.

Florencia: Igualmente oficial, hoy fue un día muy productivo para mi jejeje. Bye.

Joss: ¡No! ¡Florencia ven! ¡No me hagas esto por favor! ¡NO! Florencia! ¡Florenciaaa!

Joss fue tomada de los brazos y arrastrada por dos guardias mientras vio como ella se iba con su cuerpo sin mas, el guardia pensaba que estaba loca y todos pensaban que la reclusa Florencia una criminal de alto calibre por múltiples crímenes era la abogada Joss ósea ella. Pero era algo increíble, de alguna manera ella había hecho para intercambiar sus cuerpos, Joss ni siquiera se había dado cuenta como lo logró.

Florencia antes de salir compro un encendedor y un paquete de cigarrillos, luego fue al estacionamiento pero no sabía cual era el auto de Joss por lo que se demoro unos minutos hasta que con el control del vehículo vio las luces a lo lejos fue al coche y subió. Florencia gritaba de la alegría, se subió al auto y condujo a toda velocidad escuchando la radio y fumando ya el segundo cigarrillo. Era libre y tenia un historial completamente limpio gracias a su nueva identidad, luego fue a una dirección que encontró en los papeles de su abogada, era su casa aparentemente allí tuvo pudo por fin tener un momento de privacidad, se miro bien de pies a cabeza, de cierta manera Florencia no podía creer que de verdad lo había logrado, ahora era la sexy abogada que había contratado justo para robarle su cuerpo, su plan había funcionado magníficamente.

Los días siguientes fueron un infierno para Joss, era evidente que nadie le iba a creer a una peligrosa reclusa con un larguísimo historial criminal la locura de que ella era en verdad la abogada y que en ese momento su clienta; la reclusa Florencia, estaba libre por las calles de la ciudad con total impunidad y su identidad para hacer todo lo que quisiera.

Joss esperaba con ansias que Florencia volviera a la cárcel a hablar con ella, al fin y al cabo debía hacerlo por que ahora era la abogada encargada del caso, sin embargo para Joss fue como un balde de agua frio cuando fue notificada por una carta de la fiscalía que se le iba asignar un abogado del estado y que este iba a ir a visitarla en no menos de quince días hábiles… Joss no lo vio venir, Florencia había dejado el caso, no volvería a ver a su cuerpo y ahora era casi seguro que iba a estar en prisión pagando la condena de treinta años de prisión sin posibilidad de rebaja ni casa por cárcel a la que Florencia fue condenada… Joss no sabía que hacer, quería suicidarse pero no tenia los recursos, Joss sabía que iba a terminar volviéndose loca ahí en ese infierno…

La contraparte de la moneda era bien diferente Florencia le encantaba la mujer y abogada que había elegido para robarle el cuerpo, definitivamente Joss había sido la mujer ideal para tomar su “caso”, ahora debido a lo que era hecho no solo era libre sino que era una belleza total, joven, perfecta, perfectamente una modelo en todo sentido. Pero lo que más le gustaba a Florencia era la mezcla de tener una cara tan dulce e inocente combinada con unos enormes senos. Básicamente esa mezcla le brindaba a Florencia la capacidad de manipular a todos los que quisiera empezando por el novio de Joss que ahora babeaba por la manera como Florencia jugaba con él y lo controlaba. Florencia siempre había usado armas toda su vida para conseguir cualquier cosa que quisiera o por el contrario para quitarse cualquier cosa que le estorbara y estuviera en su camino, pero ahora siendo Joss esas armas eran su enorme par de tetas, su dulce carita y en general su cuerpecito envidiado hasta por la mismísima afrodita.

A diferencia de Joss ella era una mujer que le gustaba tener cada situación controlada a su antojo, además era maliciosa, malvada y muy decidida en todo lo que se proponía, esta era una mezcla letal combinada con una apariencia así.

Joss nunca volvió a saber de su cuerpo, lo único que le quedo fue imaginarse las perversiones y la manera tan atrevida y malvada con la que Florencia estaría usando su amado cuerpo…