Nueva Vida, Mismo Destino

TEXTO DE LA HISTORIA

Gena era una mujer que a lo largo de su vida lo había tenido sumamente complicado, si bien aún era joven durante su niñez y adolescencia tuvo que recorrer a todo tipo de trabajos para ayudar a su madre a suplir las necesidades básicas de su casa y de sus hermanos menores, debido a esto Gena nunca pudo estudiar una carrera ni desempeñarse en lo que siempre había querido, tuvo que sacrificar muchos sueños para levantar a su familia e incluso ahora en el presente que tiene casi los treinta años le quedaba muy difícil sacar tiempo para lo que mas le gustaba hacer que era la fotografía por tener que conseguir dinero para la renta de su apartamento y el pago de sus muchas deudas.

Para conseguir el dinero suficiente Gena tuvo que conformarse con ser una prostituta en las noches ya que los trabajos “convencionales” no eran lo suficientemente buenos como para reunir las grandes sumas de dinero que debía pagar mensualmente de sus deudas. Al inicio fue un trabajo que se le dificulto mucho pero a los meses ya le gustaba e incluso le tomó cierto grado de cariño a su trabajo. Gena era orgullosamente una prostituta y no le importaba lo que pensaran de ella pero a la vez era algo agotador y quería una vida mejor, una vida de lujos, una buena vida, e incluso soñaba con una vida en la que pudiera ser la fotógrafa que siempre había querido ser desde hace tantos años…

El trabajo de prostitución era muy monótono, siempre se hacía lo mismo, se cobraba lo mismo, los clientes casi siempre llegaban a las mismas horas e incluso entre clientes tenían similitudes, para Gena se volvió algo normal incluso tener clientes frecuentes a los que atendía varias veces al mes durante mucho tiempo, sabia muchas cosas de ellos y ellos de ella. En cierta manera con algunos pocos había llegado a crear ciertos vínculos de amistad, pero con el que mejor había hecho vinculo era con su amigo Armando. Él era un hombre trabajador, padre de dos hijos y esposo hace mas de quince años, y si bien le estaba siendo infiel a su esposa desde hace unos cuantos años era por culpa de ella en verdad, o al menos Gena lo analizaba así, eran buenos amigos y él era buen hombre hasta el punto de incluso preocuparse por ella.

Armando sabía del sueño de ella de querer un futuro mejor, de ser otra persona con otro tipo de vida y queriendo ayudar a su amiga compró a un alto costo un anillo supuestamente mágico y se lo regalo a Gena, con este anillo aparentemente podría por una única vez salir de su cuerpo poseyendo a alguien más. Gena no le creyó al inicio pero se alegro mucho luego de asimilarlo mejor.

Gena no sabía con quien usar el anillo pero siempre lo llevaba consigo por si encontraba con quien usarlo en cualquier momento. Pero a los días Gena fue invitada por otro de sus clientes a tomar unas fotos de una campaña publicitaria de un departamento, al ser su sueño no dudo en ir a tomar las fotos y hacer un buen trabajo, pero cuando Gena vio a la modelo llegar luego de un par de horas de tomar unas fotos de la propiedad quedo muy desconcentrada. Ella era perfecta, ella debía ser la victima.

Al día siguiente la sesión de fotos se reanudó y Gena no había dormido casi esa noche pensando como hacer para que ella se pusiera el anillo, sin embargo cuando llego a la propiedad para su suerte el equipo de rodaje la organizó una fiesta improvisada a la modelo, nada demasiado elaborado, sólo una tarta y un Karaoke para pasar un buen rato. Para Gena era la ocasión perfecta para entregarle el anillo.

Al principio se negó a cogerlo pero finalmente Gena la convenció para que se lo pusiese y se dejara tomar unas fotos para que viese lo bien que le quedaba. Mientras estaba posando la esencia de Gena comenzó a salir de su cuerpo, haciendo que este se desplomara en el suelo sin vida mientras entraba en la preciosa modelo y se adueñaba de su mente y de su voluntad convirtiéndola en su obediente contenedor.

Durante la conmoción que se produjo cuando vieron el cuerpo de Gena tendido en el suelo y sin vida, algunos trataron de reanimar al cadáver y otros llamaron a emergencias pidiendo una ambulancia. Pero no había que hacer, el cuerpo estaba muerto pero el alma de Gena estaba dentro de la modelo.

En el alboroto nadie se percató de la lucha que se produjo y como reaccionaba el cuerpo de la modelo, era todo un auténtico duelo de voluntades por la posesión de aquel magnífico cuerpazo. Y si bien tarde o temprano gracias al objeto mágico; el anillo, Gena ganaría naturalmente ella no se entregó de buen grado y peleó tratando de expulsarla.

Para cuando Gena tomo control total del cuerpo nadie se percataba de nada que pasara con ella, todos estaban tratando de auxiliar al cuerpo de Gena, algunos aun tratando de reanimarla, el encargado llamando a su jefe y al abogado de la empresa, y otros llamando a los paramédicos en busca de algún tipo de auxilio. Nadie ni siquiera noto cuando Gena fue al camerino, se cambio de ropa, tomó su bolso y salió a dar una vuelta por aquel vecindario con deseos de experimentar más con su cuerpo. Gena creía estar en un sueño, todo era maravilloso, todo gracias al anillo de Armando. Gena quería agradecerle.

Gena alegremente había ido a una cafetería y había comprado un café que le sabia mucho mas delicioso de lo habitual, era la felicidad de ser otra mujer que le daba esta sensación. Y es que estaba tas agradecida que no tardo en escribirle a Armando para decirle que había usado el anillo y que había funcionado y que ahora lo llevaba puesto y que tenia el control de esa modelo.

Por primera vez Gena se veía libre y dueña de su destino No sólo poseía el cuerpo y la identidad de una reputada modelo, si no que ahora ya no debía responsabilizarse de sus hermanos menores ni nadie que no fuera ella. Fue entonces cuando sintió la voz de Armando, Gena se giro para buscarlo detrás pero no había nadie en esa cafetería además de ella y un señor en un rincón. De nuevo la voz volvió a hablarle ahora mas firme y autoritaria, asustada no sabía de donde venia la voz hasta que se dio cuenta que estaba en su cabeza. Armando le estaba hablando informándola de que ahora sólo era una muñeca obediente que debería lo que él quisiera.

Gena no quería hacerlo pero su cuerpo obedecía a la voz de Armando por alguna razón que ella no comprendía, era una prisionera y una esclava ahora… Y quizás aquello no hubiera sido tan malo si sólo la hubiera exigido que fuera su amante, pero además debía complacer a otros hombres por dinero, Gena volvería a ganar dinero con su cuerpo pero ahora no sería una prostituta corriente, sería una fina dama de compañía que produciría un dinero que iba a parar a las manos de Armando y que éste dilapidaba siempre en el casino.

Armando: ya han pasado meses desde que me hice con el control de Gena y si bien de vez en cuando la putita aún hace algún intento por escapar a mi control y recuperar su independencia pero es inútil jajaja.

Armando: Precisamente ahora esta yendo a ver a un cliente que disfruta enormemente rompiéndome el culo y puedo sentirla suplicando a cada paso que no la obligue a acudir a esa cita... Pero las deudas de juego no se pagan solas y me gusta acudir al casino jajaja.